De acuerdo con documentos que forman parte de la investigación en contra de Emilio Lozoya, el exdirector de PEMEX habría recibido hasta 13.4 millones de dólares de sobornos por parte de la empresa Odebrecht y por parte de Altos Hornos de México. Gracias a eso Lozoya logró comprar residencias, obras de arte, lujosos viajes al extranjero con la familia y cenas en el restaurante Hunan. Para ocultar esa riqueza Emilio Lozoya embarró a su esposa, hermana y hasta a su madre. Pues este delincuente, quien se encuentra en la cárcel desde noviembre de 2021, ha llegado a un acuerdo reparatorio con el gobierno de López Obrador.
Como si se tratara de la venta de tomates en un tianguis, este delincuente estuvo regateando el dinero a regresar, cuando por cierto se la debió haber exigido el monto completo de los sobornos y hasta los intereses. Finalmente, Lozoya Austin devolverá más de 10 millones de dólares como un acuerdo reparatorio.
Con esto seguramente recuperará su libertad. Ya lo hemos dicho en otras ocasiones, este tipo de acuerdos sólo promueven el robo y el saqueo. Y es que un funcionario puede robar hasta que le caigan en sus transas; si regresa lo robado pues queda en libertad, pero si nunca lo atrapan, no hay manera de recuperar nada de lo robado. Para muchos vale la pena el riesgo.
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