En un año el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles recibió de Hacienda Federal la cantidad de mil 629 millones de pesos de subsidio; esto porque el aeropuerto no genera ganancias, sino pérdidas. Un aeropuerto debería generar ganancias, pero a un año de haber sido inaugurado, el AIFA es un barril sin fondo. El presidente de México salió muy orgulloso anunciando la venta del Avión Presidencial. El avión se vendió a la nación de Tayikistán por mil 658 pesos, cuando el avión se compró en más de 6 mil millones de pesos.
Desde un principio se advirtió que el AIFA sería como un elefante blanco, que las aerolíneas no pasarían sus vuelos a ese aeropuerto por la lejanía, la falta de infraestructura carretera, la falta de transporte y otras anomalidades que no se deberían presentar en un aeropuerto; hasta perros callejeros invaden las pistas de aterrizaje.
Los expertos señalan que, así como otros proyectos de López Obrador, el AIFA tardará mucho tiempo para ser autofinanciable. Mientras tanto, cada año Hacienda Federal seguirá inyectando al AIFA más de mil 500 millones de pesos, para que este capricho de López Obrador siga operando.
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