Sabía usted que los arrieros acostumbran poner anteojeras a las mulas para que sólo puedan mirar hacia adelante, de ahí nace la expresión popular de «tapar el ojo al macho». Ésta hace hincapié de no buscar distraer la atención, desde luego para que no se vea lo que no conviene. Pues algo así está pasando en la SEP que dirige Leticia Ramírez Amaya. Resulta que el presidente López Obrador piensa que, con pláticas de maestros a alumnos, el problema de las drogas puede comenzar a resolverse en nuestro país.
Con esta campaña se busca llegar a 62 mil escuelas mexicanas para impactar a 11 millones de estudiantes y de esa forma prevenir el consumo. Lo que no han tomado en cuenta es que no tiene caso sensibilizar a cientos de alumnos, si al salir del plantel, los malandros les están ofreciendo drogas.
En otras palabras, de nada sirve la teoría si en la práctica, los alumnos se topan con las drogas en las calles. Lo que debe de hacer el gobierno del presidente López Obrador es atacar directamente a los proveedores y peces gordos, como ellos lo han pregonado, las escaleras se barren de arriba hacia abajo. De otro modo, como los arrieros, sólo le estarán «tapando el ojo al macho».
Comentarios