De acuerdo con información periodística, la DEA «infiltró al Cártel de Sinaloa desde hace un año y medio lo que llevó a las agencias de ese país a tener ‘acceso sin precedentes’ a los niveles más altos de la organización en su lucha por frenar el tráfico de fentanilo, informó ayer Anne Milgram, titular de la agencia estadounidense». Pues para el presidente López Obrador ese es espionaje y por lo tanto es algo que él no va a permitir.
El hecho de que sea la DEA y no las agencias de seguridad de México las que estén vigilando e infiltrándose en los cárteles de la droga, es muestra de la inoperancia del gobierno de México en el combate del tráfico de fentanilo. Pero el fentanilo a López Obrador no le importa, a él lo que le preocupa es que no anden espiando a sus amigos “Los Chapitos”.