Ricardo Mejía era uno de los consentidos de López Obrador. Aparecía en las mañaneras con el presidente dando a conocer los grandes golpes de la Secretaría de Seguridad, de la que era subsecretario. Pero un día se le atravesó el senador Guadiana, y el subsecretario, que buscaba ser el candidato de Morena al gobierno de Chihuahua fue relegado por Armando Guadiana. De puro coraje Ricardo Mejía se subió a la contienda cobijado por el Partido del Trabajo.
En su comentario editorial “Bajo Reserva”, el periódico El Universal nos informa que Ricardo Mejía «fue quien concedió el registro a la empresa Camsa S. A. de C.V para quedar a cargo de la seguridad en la estancia migratoria en la que murieron 40 migrantes atrapados durante el incendio del 27 de marzo pasado».
Lo grave del caso es que el permiso fue concedido a pesar de que las instalaciones de la estación migratoria «no contaba con las condiciones para operar y brindar servicios de seguridad en instalaciones». Por supuesto, va a estar difícil que la justicia alcance a Ricardo Mejía; esta revelación tampoco sirve como arma de campaña política, pues en la contienda por la gubernatura de Coahuila, Mejía Berdeja no figura.
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