Como un balde de agua helada cayó la noticia sobre varios funcionarios de la 4T, de que el gobierno de los Estados Unidos subía el monto económico a quien proporcione información, para lograr la captura de Joaquín Guzmán López y de los hermanos Iván Archivaldo y José Alfredo Guzmán Salazar. Resultó sorpresivo el anuncio ya que apenas horas antes, funcionarios mexicanos de alto nivel habían estado en la Casa Blanca de los Estados Unidos.
Tanto Luis Crescencio Sandoval de Defensa Nacional como Rafael Ojeda en Marina, o de la protagónica funcionaria Rosa Ícela Rodríguez de Seguridad Ciudadana y del fiscal Alejandro Gertz, sin descartar a Marcelo Ebrard, todos ellos debieron estar azorados y muy sorprendidos
Y es que, no era para menos, esta estrategia norteamericana, exhibe como gobierno fallido en materia de seguridad, al gobierno del presidente López Obrador. En otras palabras, leyendo entre líneas, da a entender que la estrategia lopezobradorista de “abrazos no balazos” no ha funcionado. Así o más clarito.
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