Sin embargo, ahora se sabe que la Auditoria Superior de la Federación (ASF) detectó irregularidades por 11 mil millones de pesos, superando por mucho los siete mil millones de pesos reportados en la llamada “Estafa Maestra”. Este desvío deja muy mal parado al gobierno de la 4T, pero sobre todo al Ejecutivo federal, quien se ha llenado la boca diciendo que en su gobierno son puros como el agua bendita.
Lo cierto es que mientras no sea llamado el extitular del organismo, Ignacio Ovalle, para rendir cuentas y sea castigado con cárcel, los mexicanos llegarán a la conclusión que el gobierno de la 4T resultó peor que los anteriores.