La resistencia que impusieron Lorenzo Córdova y Ciro Murayama en el Instituto Nacional Electoral evitó el que gobierno de la Cuarta Transformación se apropiara por completo de este instituto. Los esfuerzos del presidente López Obrador por desprestigiar al árbitro electoral fueron infructuosos, antes bien, fueron contraproducentes. Y es que la ciudadanía mostró su apoyo al INE y por ende al presidente del INE, Lorenzo Córdova. Los de la 4T se vieron antidemocráticos, ridículos, opresivos. Por esta razón, desde la propia Presidencia, se ha ordenado una persecución en contra de Lorenzo Córdova.
El mismo Adán Augusto López advirtió de una investigación en contra de Lorenzo Córdova. Los medios oficialistas señalan que se está investigando a Lorenzo Córdova, a Ciro Murayama y a Edmundo Jacobo. Señala el analista Jorge Antonio Crespo ante estas señales de persecución: «Sí suena a persecución, a venganza, porque sólo lo hacen con sus adversarios». Por cierto, mientras va la persecución contra los consejeros del INE y contra el exsecretario técnico, anoche Delfina Gómez, una delincuente electoral, inició campaña para buscar la gubernatura del Estado de México.
Señala Crespo: «¿Cómo es posible que Delfina Gómez, que ya fue señalada como delincuente por parte del Tribunal Electoral, pueda competir y a lo mejor va a ser gobernadora?, obviamente es una aplicación sesgada de la ley». Por supuesto, no se espera que encuentren alguna irregularidad en la gestión de Lorenzo Córdova, sin embargo, los de la 4T son capaces de inventarles delitos.
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