Si Morena gana las elecciones del 2024, la pesada loza de la Cuarta Transformación será un estorbo para el próximo gobernante. A menos de 18 meses de que concluya el actual gobierno, siendo honestos y sin simpatías políticas, hay que reconocer que el gobierno del presidente López Obrador queda a deber. La inseguridad, en gran parte producto del trasiego de la droga por grupos delincuenciales, será el sello de este gobierno.
No por algo México es considerado uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo. Lo grave del asunto es que, a pesar de que la Cuarta Transformación, ha repartido recursos económicos mediante sus programas sociales, la pobreza del país se ha acrecentado.
De modo que, es seguro que el próximo gobernante tendrá que deslindarse del obradorato, sobre todo si quiere tener margen de maniobra; no hay de otra, tendrá que divorciarse de todo lo que huela la 4T, muy a pesar de la promesa de López Obrador de que su proyecto alternativo de transformación, seguirá después de su salida.
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