“Se trata de Hilda Denisse Nevárez González, que es supervisora administrativa de calidad. Su esposo, Rafael Gutiérrez Porras, es jefe de departamento Zona ll en la misma entidad y está encargado de la red eléctrica de subtransmisión. Otra de sus hijas, Lorena Del Rocío Nevárez González, es supervisora del programa de capacitación en la residencia general de construcción V. Hasta el año pasado, su esposo Víctor Manuel Hernández Muñoz, era ingeniero para la supervisión de elaboración e integración de paquetes de licitaciones, también en Chihuahua. Finalmente, su hija Claudia Imelda Nevárez González, opera como ingeniera de sistema de gestión de calidad en la central de ciclo combinado Chihuahua”.
Como podemos ver, nepotismo e influyentismo no se han desterrado en este gobierno, antes bien son dos vicios que se fomentan y se toleran.