Cada que Carlos Loret de Mola saca un reportaje nuevo sobre corrupción y desfalcos, sobre moches y sobres amarillos, el presidente López Obrador siempre sale con la misma cantaleta: “¿Quién le cree a Loret de Mola?”. ¿Quién le cree? Pues su mismo gobierno. Hace unos días desde Latinus, Loret de Mola presentó un reportaje sobre el acoso de su jefe de Ayudantía, acoso contra las mujeres de la Secretaría de Seguridad Pública. Después de decir que no sabía nada, el gobernador de Veracruz decidió retirarlo de su gobierno.
Otra vez, hace unos días en su columna de El Universal, el periodista Carlos Loret de Mola publicó el tema de los moches en el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, moches que pedía, hasta por un 30 por ciento, José Ángel Anzures Galicia, encargado de despacho de la Dirección Ejecutiva de Recursos Materiales. En su columna más reciente Carlos Loret informa que de manera fulminante el funcionario corrupto fue despedido.
Señala el periodista: “José Ángel Anzurez Galicia se enteró rápido de su destino: se tenía que ir. Me cuentan que la disputa terminó a gritos. Era un golpe hasta familiar, porque según las denuncias, su esposa le ayudaba desde un Starbucks cercano al Indep a recaudar los moches”. El presidente López Obrador dice de Loret de Mola que “miente como respira”, pero bien que sus funcionarios están pendientes de lo que publica y se lo creen. Ahora, ¿quién es el que miente como respira? Pues el mismo presidente López Obrador.
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