«A Thomas se le permitió nadar en la competencia femenina luego de competir durante tres años en el equipo masculino de la Universidad Pennsyilvania. Vimos desde el borde de la piscina cómo Thomas ganaba la prueba de 500 metros libres batiendo récords de las nadadoras más consumadas del país, incluidas las plusmarquistas y las olímpicas», señaló Railey Gaines.
Pues la Federación Internacional de Atletismo, escuchó esta y muchas voces más. Sebastian Coe, presidente del Consejo de World Athletics, declaró que se habían «tomado medidas claras para proteger la categoría femenina de nuestro deporte y hacerlo restringiendo la participación de los atletas transgénero e intersexuales». Esta medida entrará en vigencia a partir del 31 de marzo.