Cuando el ejecutivo federal militaba en la oposición y aun no sentía el mullido terciopelo del poder sobre las suelas de sus zapatos, decía que gobernaría para todos los mexicanos, y que sería muy respetuoso de las instituciones. Hoy ha cambiado de pensar, sus ataques contra el INAI, el INE y la UNAM, son recurrentes en sus tediosas conferencias mañaneras.
Sabía usted que el nombramiento de los dos funcionarios que requería el INAI, le tomó al Senado solamente ¡un año, y al presidente solo le tomo un momento, para echar abajo esos nombramientos.
No hay que dejar de mencionar, que al menos uno de ellos, lo relacionaban con el senador Ricardo Monreal, un senador que se ha convertido en una piedra en el zapato del presidente. Lo cierto es que, la obsesión presidencial por demoler un organismo autónomo como el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales es muy evidente.
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