Claudia Guerrero Martínez / Antes que nada, los ataques en redes sociales perpetrados por mercenarios en contra de la autora de esta columna, nos indican que vamos por buen camino y lo publicado en pasados días molestó tanto a los protagonistas, que pagaron a caricaturas de operadores de campañas de lodo, para enviar correos con textos llenos de mentiras, al asegurar a cada rato que soy una presunta “extorsionadora”, “lamebotas”, “yunista” y un sinfín de adjetivos en contra de una servidora Claudia Guerrero Martínez, quien está generando información sustentada sobre actos de corrupción y malos manejos de los “honestos” políticos de MORENA en Veracruz, quienes resultaron ser pillos con permiso para robar.
Mil gracias por la publicidad gratuita y ya son varios los correos generados por el pobre diablo de Francisco Vicente, a quien un día no le dan dinero y les pega generosamente con sus correos fantásticos, denostativos y con alto grado de violencia a una mujer, inventando fotografías y hasta escenarios. Una servidora ha sido la protagonista más solicitada para sus campañas imaginativas y las drogas no son buenas para el conocido como “El Chuletas”, quien realizó campaña de desprestigio en contra de esta periodista por órdenes de Javier Duarte de Ochoa, hoy preso en el Reclusorio Norte, en la Ciudad de México.
Pero vayamos a la información que sí importa…
Compartimos esta carta: Apreciable Maestra Claudia Guerrero:Por su reconocido medio de comunicación queremos denunciar que desde hace un año, la inexperta y novata, Gabriela Avelar Salazar utilizó sus artimañas y sus favores amistosos para hacerse la nueva subdelegada de Prestaciones y corrió a gente con años de antigüedad para meter a su séquito de amigas incondicionales para ahora cobrar los préstamos económicos, los moches a los pobres jubilados y pensionados del ISSSTE de Veracruz, así como hacerse de su dinerito para comprarse un lujoso departamento en la zona de las Ánimas.
Y es que es un secreto a voces que la señora Avelar Salazar viene del Hospital Regional de Veracruz, señalada por actos de corrupción y de pedir moches a los contratistas cuando era encargada de Finanzas del nosocomio, todo para beneficio personal, a costa de despedir empleados y quedarse con esos puestos para sus amistades y así cobrar a diestra y siniestra sus sueldos y las prestaciones.
Avelar Salazar llegó con ínfulas de grandeza, desde que su padrino, Ramón Everardo Fiallos le consiguió el puesto en la Ciudad de México, donde él se desempeñaba como director de Riesgos. Fiallos fue corrido y enfriado de las grandes ligas y a la pobre delegación del ISSSTE de Veracruz, donde dicen ya tenía hasta el copete al Director General, por vociferar en todos lados que era su compadre de hueso colorado y que a él le hacían lo que “el viento a Juárez”.
Fiallos, ahora venido a menos, se dedica a ser aviador de la Delegación del ISSSTE, donde nunca se presenta a trabajar, sólo los días de quincena en que firma su talón de pago, para después irse a “grillar” pues dice que anda haciendo labor política a favor de MORENA.
Un empleado con más de 30 años de antigüedad, Francisco Piñeiro, cuyo error fue no darle la parte de los moches que les corresponden por la venta de préstamos, fue despedido sin decir agua va, todo porque desde que llegó el Licenciado de Jurídico quería esa plaza para su gente, se sabe que Roy, el anterior subdirector administrativo de la Clínica de Tuxpan es el que ocupará ese puesto, por eso lo dieron de baja a Roy en Tuxpan, pero de todo lo prometido nada le han cumplido, sólo mandaron a traer a un pobre hombre a hacerse cargo de prestaciones, siendo el próximo a despedir Alejandro Rodríguez Sánchez, un joven, honesto y leal empleado, al que no paran de hostigar y amedrentar, quien ya no ve la suya.
Ahora la última de Gabriela Avelar fue maltratar a un pobre jubilado de nombre Vicente Pérez a quien acusó de ladrón y ratero por cobrar una pensión que ella misma firmó, autorizó y que ya después cotejó, como buena advenediza que es, ahora ya no sabe ni dónde meterse pues toda la derechohabiencia ya descubrió ser una majadera y no recibe a la gente, los maltrata y de pediches no los baja.
Con un sueldazo de casi $48 mil pesos sólo ostenta una vida de lujos a costa del ISSSTE sin hacer nada, pues los viernes la señora se va a su Maestría dejando botado su trabajo, sin firmar cheques, ni préstamos y con toda la derechohabiencia en la puerta esperando a que la señora se digne a atenderlos.
Ojalá el gobernador del Estado o el director general del ISSSTE pongan manos a la obra y nos ayude a sacar a esta señora de la Delegación porque en lugar de beneficiar a la clase trabajadora, se sirve de ellos y nos maltrata, es grosera, déspota y con los pobres jubilados es peor. Pido que me sean ocultos mis datos por tratarse de mi trabajo, en esta área y por temor a represalias. Atentamente: Trabajadora de la subdelegación de Prestaciones.
Comentarios