En el relato de las mujeres señalaron que aceptaron dinero de parte de los reos para ingresar artículos de contrabando a la cárcel. De igual manera revelaron que entre los reos y las internas intercambiaban contenido sexual explicito. Luego de que el caso saliera a la luz pública el presidente de la Asociación de Oficinas de Prisiones, Mark Fairhurast, indicó que este tipo de problemas ocurre cuando se contrata a las personas equivocadas.
Por medio de un comunicado el presidente dijo: «El personal que se está reclutando no tiene entrevistas cara a cara, todo se hace en Zoom. Muchas personas que consiguen estos trabajos no tienen la suficiente experiencia de vida y son susceptibles al condicionamiento de los presos. Las cifras sólo prueban lo que hemos estado advirtiendo al empleador durante años».