Las mañaneras del presidente López Obrador iniciaron hablando del combate al huachicoleo. El presidente de México se pasaba las horas hablando de cómo su gobierno combatía a los huachicoleros, de cómo cerraba tomas clandestinas, de como atrapaba a traficantes de combustible. Así se la pasó varios meses. Incluso, cuando hubo desabasto de combustible por causa del combate al huachicoleo, se anunció la compra de pipas para que se repartiera combustible a todo el país. Todo eso ha quedado en el olvido, pero el huachicoleo sigue y lo que es peor, ha aumentado.
De acuerdo con cifras de El Economista, «las pérdidas por huachicoleo en Petróleos Mexicanos (Pemex) se han disparado en el 2022 un 196.6%, según sus reportes financieros. Durante los primeros tres trimestres del año las cifras de pérdidas por robo de combustibles han ido al alza consecutivamente en comparación con los mismos del 2021».
El periódico El Universal señala «que durante el 2022 el robo de combustibles generó pérdidas a la empresa por 18 mil 700 millones de pesos, cifra creciente comparada con la de 2021 que registró pérdidas por 7 mil 200 millones de pesos». Es decir, este gobierno no pudo con el huachicoleo, antes bien, hasta parece que lo incentivó. No por nada uno de los financiadores de las campañas de Morena en 2021 era llamado “El Rey del Huachicol”.
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