El evento tuvo mucha promoción, sobre todo porque la causa era reunir fondos y víveres para armar despensas para personas de bajos recursos. “Globos con Causa” era el evento patrocinado por la “Fundación Gloria Pelayo”. Sin embargo, a punto de llevarse a cabo el evento, personal enviado por Marcos isleño, alcalde de Medellín de Bravo, impidió que el evento se realizara. El alcalde mandó a toda su cuadrilla de cómplices del ayuntamiento, Protección Civil, Comercio y otros, con la finalidad de cancelar, a como diera lugar, el evento altruista que realiza la fundación “Gloria Pelayo”, que encabeza la misma Gloria Pelayo, una mujer con sensibilidad para las causas sociales. ¿Cuál fue el problema? Pues que el misógino alcalde no iba a permitir que una mujer, por muy altruista que fuera, le hiciera sombra. Fuentes de ese municipio señalan que Marcos Isleño se ha ganado a pulso la fama de misógino, sobre todo por ser un agresor de mujeres.
En el 2013, cuando era alcalde priista, agredió a la mujer que en ese momento era su pareja; la agresión, nos dicen, ocurrió en el domicilio de ella, la cual tuvo que ser ingresada de urgencia a un hospital privado con lesiones como: esguinces, fractura de costillas y golpes en la cara. Hablar de Marcos Isleño es hablar de un agresor de mujeres, es por ello que se espera que la sociedad de Medellín de Bravo, se dé cuenta de quién es este misógino alcalde, quien ahora, buscando fuero, pretende saltar a la diputación federal por Medellín, pero esta vez por Morena; así es, todo el cascajo del PRI lo recoge Morena.
Pero la cosa no queda ahí, pues la corrupción en Medellín de Bravo está a los más altos niveles. Las mismas fuentes nos informan que la mano del flamante Contralor Interno de este municipio, Armando Ruiz Ochoa, priista de hueso colorado (papá del corrido de la dirigencia estatal del Verde, Marcelo Ruiz Sánchez), dio por concluida una obra denominada “Rehabilitación de calle los carriles con carpeta asfáltica de la Localidad el Tejar”. Pero qué creen, la obra, que costó 4 millones 565 mil 333, no está terminada, pero ya recibió el visto bueno del corrupto Contralor Interno, Ruiz Ochoa, quien por supuesto se llevó su fuerte tajada por firmar y engañar a la fiscalización. A ver qué señalamientos le hace el ORFIS.
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