Mientras Tarek Abdalá ponía a disposición de Javier Duarte y de Karime Macías los dineros de Veracruz, no se imaginaba los problemas que más tarde se acarrearía. Tarek sólo quería quedar bien con Duarte, pero sobre todo con Karime Macías, la que merece abundancia. Cinco años pudo evadir Tarek a la justicia, volviéndose “testigo colaborador”, pero como ha dejado de servirles, pues se vuelven a acordar de él para extorsionarlo o para enjuiciarlo. Señala el periodista Edgar Hernández que el equivalente de Tarek en el gobierno de Cuitláhuac García es Mario Emir Macip Olvera.
En su leída columna Edgar Hernández anota: «Mario Emir Macip Olvera, fue un priista denunciado en el gobierno de Yunes Linares por vender los libros de texto gratuitos desde la responsabilidad que tenía en la SEV como Coordinador Estatal y Responsable Único de Libros de Texto Gratuitos. También fue señalado por la titular del Medio Ambiente estatal, de “condicionar” permisos a “Verificentros” y desviar recursos, lo cual obligó al gobernador a retirarlo de la Unidad Administrativa que encabezaba para llevarlo a la Oficina de Gobierno de Palacio. Luego, a instancias de su amigo de francachelas, Eleazar Guerrero, sería colocado como Tesorero para hacer equipo con el Director de Administración de Sefiplan, Carlos Bernabé Pérez Salazar y Ulises Rodríguez Landa, responsable administrativo de Seguridad Pública y actualmente señalado como el gestor de las empresas fantasma a través de su prima Araly Rodríguez».
Tal vez Emir Macip píense como Tarek Abdalá, que la justicia no lo habrá de alcanzar. Sin embargo, tarde o temprano, el agua buscará su cauce e inundará a quien tenga que inundar.
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