Sergio González Levet / El juez Brian Cogan, del Tribunal Federal del Distrito Este de Nueva York, tomó nota de la respuesta de los 12 jurados que fueron declarando su veredicto sobre los cinco cargos que se le imputaron a Genaro García Luna, quien fuera el poderoso Secretario de Seguridad Pública con el presidente Felipe Calderón.
1. Dirigir una empresa cuya actividad continúa a la fecha: culpable.
2. Conspirar para la distribución de 5 kg o más de cocaína: culpable.
3. Conspirar para la distribución y posesión de 5 kg de cocaína o más con la intención de distribuirla en Estados Unidos: culpable.
4. Conspirar para la importación de 5 kg o más de cocaína: culpable.
5. Prestar falso testimonio a las autoridades estadounidenses cuando solicitó la nacionalidad: culpable.
La sentencia la dará a conocer el juez al acusado en una sesión que está programada para el 27 de junio, y ahí se le podrá imponer a García Luna una pena de prisión desde 20 años hasta cadena perpetua.
Nuestro eterno iracundo va a estar feliz, lo que es explicable porque tomó el tema como la bandera de su estrategia de distracción. Sin embargo, va a señalar que los integrantes del bloque conservador (que en realidad es el verdaderamente liberal) estarán muy tristes por esa decisión del jurado de una corte neoyorquina.
Ya sabemos, va a decir que la patria está por salvarse porque castigaron a un funcionario de alto nivel que se entregó al crimen organizado, y en uno de sus extravíos de la lógica concluirá que el juicio contra Genaro García Luna hará palpable que él, el Presidente-Patriarca-Mesías, es honestísimo y purísimo.
Por principio de cuentas, las personas de bien de este país están satisfechas, contentas y hasta felices de que se haya castigado al capo del zar calderoniano,
que tantas fechorías cometió en agravio del país y que afectaron a miles de mexicanos. De ninguna manera el bloque liberal ciudadano que se opone al bloque conservador de AMLO estuvo a favor de ese delincuente, que debió haber sido juzgado, expropiado y castigado en nuestro país.
Los liberales del centro-izquierda, del centro y de la derecha, al igual que los conservadores cuatroteístas, celebran que “haiga sido como haiga sido” el pillo García Luna pagará por los delitos que cometió cuando debió salvaguardar las leyes y la paz de nuestro país.
Y tampoco el encarcelamiento y el juicio de Genaro García Luna convierten a López Obrador en nada. Es solamente el mandatario en turno en este país cuando las autoridades de los Estados Unidos aprehendieron y juzgaron al secretario de seguridad delincuente.
Pero él no tuvo que ver nada en su captura, no participó en las acusaciones. Lo único que hizo fue dedicarle sus mañaneras al tema, y tratar de hacerse pasar como el Eliot Ness del combate al narcotráfico.
Y ahí está otra mentira más… por exageración.