Si el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se entretiene tronando cohetones de varilla y se regocija con la culpabilidad de Genaro García Luna, debería recordar que no fue su gobierno el que persiguió, detuvo, encarceló y sentenció. Debe entender que fue Estados Unidos. De hecho, el gobierno de la 4T ya llevaba un año en funciones y el exsecretario de seguridad del gobierno de Felipe Calderón no era tocado ni con el pétalo de una rosa.
Es más, García Luna en México no tenía ningún expediente abierto cuando fue detenido en diciembre de 2019. Su tortuguismo fue evidente, ya que la primera orden de aprehensión contra García Luna en México se obtuvo más de dos años después de que ya estaba en una cárcel americana.
Lo que realmente debería hacer el Gobierno Federal es cuidar los pasos de José Ramón López Beltrán, ya que la empresa Baker Hughes podría ser investigada en Estados Unidos por un posible conflicto de interés en el caso conocido como La Casa Gris. Al menos eso afirma Verónica Ayala, periodista de la unidad de investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
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