La ministra alega que fue Edgar Báez quien copió su tesis aun no realizada, y que por eso la entregó antes; más que absurdo. ¿Qué “cúmulo de pruebas” habrá entregado el abogado de Yasmín Esquivel? ¿Cartas de recomendación donde aseguran que era una alumna bien portada? La prueba más contundente está en la biblioteca digital de la UNAM.
Si ya se había entregado una tesis 90 por ciento semejante a la que ella entregaba, la asesora de tesis, que fue la misma asesora de Edgar Báez, no debió aceptarla. Desde ese día Yasmín Esquivel debió haber peleado por la autoría de su tesis, no ahora que se ha demostrado que su tesis en un vil plagio.