En repetidas ocasiones, a las clases pudientes las etiqueta como un bloque conservador y, desde luego, a los pobres los pone como la base más sólida de su tan cacareado proyecto de nación. La lista de personajes que han sido objeto de sus rencores está compuesta por antiguos colaboradores; ahí está, Carlos Urzúa, German Martínez, Jaime Cárdenas, la misma Tatiana Clouthier a quien no le correspondió el abrazo.
Y qué decir del mismo presidente de la Jucopo en la Cámara de Senadores, Ricardo Monreal, a quien no perdona haber dejado sola a su consentida y que, como resultado perdiera, la mitad de la Ciudad de México. Es un hecho, a final de su mandato, al presidente López Obrador le ganan más las vísceras y deja de lado a la razón.