«Yo creo que estaba cansada o no quiso pararse», ironizó el presidente cuando le preguntaron sobre la actitud de la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña, quien el 5 de febrero en Querétaro, en el 107 aniversario de la promulgación de la Constitución, se quedó sentada cuando el presidente hizo acto de presencia. En su discurso, la ministra Norma Piña dejó muy clara la independencia de la que debe gozar el poder Judicial: «Es sano y necesario ponderar la actividad de los jueces en virtud de las resoluciones que emiten y nunca, nunca perder de vista la independencia judicial, la de los juzgadores y la de uno de los poderes constituidos de la República».
Por supuesto, AMLO, quien es muy de tirar la piedra y esconder la mano, trató de componer su primera burla. Fue entonces que celebró el que la ministra se haya quedado sentada: «Ayer me dio mucho gusto porque se notó, yo creo que porque estaba cansada o no quiso pararse la ministra de la SCJN, pero me dio muchísimo gusto porque eso no se veía antes, los ministros de la Corte eran empleados del Presidente. Desde luego en la formalidad desde el Porfiriato se hablaba de la división del equilibrio de Poderes, pero en la realidad, el poder de los poderes era el Ejecutivo».
Más gusto le va a dar cuando se dé cuenta que Norma Piña no está en disposición de aprobare fast track los caprichos legislativos que estén en litigio para cambiar la Constitución.
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