Reconoce el presidente López Obrador que con Ricardo Monreal tiene algunas diferencias; “no podríamos pensar todos de la misma manera”, reflexiona el presidente. Las diferencias con Monreal tienen que ver con el derecho y la justicia. AMLO dice estar tras la justicia más que del derecho, es decir la ley. Argumentó el presidente: “Porque para mí sí el poder Judicial, no es el caso de Ricardo, sigue actuando a partir de que un delincuente fue detenido, pero el Ministerio Público en la averiguación y en la consignación estableció que fue a las 10 de la mañana y el ahogado defensor del presunto delincuente demuestra que fue a las 11 y por eso lo deja en libertad el juez, pues eso es un tecnicismo, que yo creo que nos siquiera tiene que ver con el derecho, pero se excusan en eso, ¿y la justicia?”.
Ojalá y así fuera, que el presidente optara por la justicia en lugar del derecho, pues la justicia es un bien más elevado que la ley. Sin embargo, la manera de actuar del presidente en los últimos cuatro años, nos han mostrado que él no está ni por el derecho ni por la justicia. El derecho lo tuerce con tal de que se ajuste a sus caprichos y la justicia no la alcanza cuando no acuerda con su manera de ser.
De hecho, para López Obrador la Justicia es una mujer manipulable, como la misma Yasmín Esquivel, a quien defendió a pesar de que quedara comprobado el delito de plagio. La justicia para el presidente sólo es alcanzable cuando él la ejerce, cuando la ejercen en su contra no es justicia, es complot.
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