Las pruebas que Yasmín Esquivel, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, presentó en su defensa por las acusaciones de plagio están fuera de tiempo, fuera de lugar, fuera de este mundo. Ahora resulta que hay un video en el que el abogado Edgar Ulises Báez se desdice y reconoce haber plagiado la tesis de Yasmín Esquivel para presentarla un año antes que ella. Un verdadero absurdo. Ya hemos señalado que la primera tesis que se presenta se toma como original, si al año siguiente se presenta una tesis igual esa es plagiada, como es el caso de la tesis de Yasmín Esquivel.
Pero la ministra plagiaria insiste en su inocencia, y con ese testimonio extemporáneo que presenta, donde Edgar Báez confiesa que él plagió, piensa limpiar su nombre. Pero nadie le cree. En redes sociales se burlan de esta estrategia, y ahora dicen que el gobierno de López Obrador podría utilizar a Edgar Báez y obligarlo a confesar cualquier crimen, como que en realidad él recibió los sobres de dinero que se le achacan a Pío y a Martinazo.
Es más, la Sheinbaum podría hacer confesar a Edgar Báez de que él es el saboteador del metro y que en 2021 aflojó los tornillos de las trabes que se desplomaron. En pocas palabras, Yasmín Esquivel y sui defensa son un insulto a la inteligencia. Claro, a los chairos no los ofende porque son ajenos a la inteligencia.
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