Filiberto Vargas Rodríguez /
Prefacio.
Para justificar su mediocre (por decir lo menos) actuación al frente de la Fiscalía General del Estado (FGE) la abogada Verónica Hernández argumenta que el presupuesto no le alcanza. *** Pasa por alto que si la institución -supuestamente autónoma- que ella encabeza no recibe los recursos necesarios, es por su culpa. *** Sumisa a los deseos del Poder Ejecutivo, la titular de la FGE agachó la cabeza cuando se presentó ante el Congreso local la iniciativa de reforma a la constitución, para hacer una interpretación amañada al concepto de “presupuesto general del estado”. *** Ella, lo mismo que la titular, en su momento, del Tribunal Superior de Justicia, tuvieron la facultad jurídica de controvertir la propuesta del gobernador y pelear por el presupuesto que mencionaba la Constitución local. *** Pero no, para ella es impensable ir en contra de las determinaciones de quienes la colocaron donde hoy despacha. *** Para nadie es un secreto que ella pasó de una gris oficina de asuntos jurídicos en la Secretaría de Gobierno, a la Fiscalía General del Estado, sin ser -ni cerca- la mejor calificada para dicho cargo. *** La falta de resultados de la instancia que ella encabeza, es consecuencia de su incapacidad profesional, de su sumisión al Poder Ejecutivo y del paupérrimo nivel de sus colaboradores.
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Alguien le tiene que avisar al Gobernador Cuitláhuac García, que el amigo del presidente López Obrador, el ministro Arturo Saldívar, ya dejó la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y del Consejo de la Judicatura federal; que sus amenazas a los jueces de Distrito ya no tienen el mismo impacto, y que le funcionaría más presionar a la “fiscal-carnala”, Verónica Hernández, para que su equipo de trabajo sustente mejor sus procesos judiciales.
Bien dicen que “cuando el arriero es malo le echa la culpa al burro”.
En su perorata de este martes, el gobernador de Veracruz se quejó de que “un juez federal” (no dio nombres) “favorece” con amparos a presuntos responsables de delitos y “sugirió” que ese personaje estaría actuando en contubernio con un abogado, que defiende a los detenidos por los asesinatos en bares de Poza Rica el pasado primero de enero.
Y sin dominar el tema, García Jiménez se atrevió a asegurar que las medidas cautelares eran benevolentes.
“Un juez federal del distrito en Xalapa es benévolo, nos dimos cuenta de que actúa en contubernio con un abogado de estos malandros. Cuando ponemos a disposición del juez a estos malandros inmediatamente apelan al mismo juez y ya detectamos quién es el abogado”.
Alguien le podría explicar que los abogados no escogen al juez que verá sus actuaciones y, por lo tanto, tendría que explicar cómo es que consiguen que sea siempre ese juzgador el que vea sus asuntos.
Pronto, sin embargo, mostró la realidad de este problema:
“Lo primero que hacen es alegar violaciones al debido proceso o que las medidas cautelares deben ser firma periódica. En lugar de estar en prisión, te presentas ciertos días durante el proceso; pero después del primer día ya no vuelven y hay que pedir una orden de aprehensión por haber faltado a firmar, pero: a ver, encuéntralo, y al juez de distrito se le olvidó, solo apeló la decisión del juez de control del estado”.
Y en lugar de revisar si fiscales y jueces de control están haciendo bien su trabajo, al mandatario estatal se le hace más fácil amenazar: “si sigue concediendo amparos, voy a exhibirlo, una vez más y lo voy a decir (su nombre)”.
Ese es el origen -en parte- de la impunidad que se vive en Veracruz (otro factor es la corrupción en los órganos de procuración y administración de justicia).
Este martes compareció la titular de la supuestamente Fiscalía estatal, y admitió ante los legisladores locales que, en materia de desaparición de personas, de los miles de denuncias presentadas, sólo han conseguido sentencia en ocho casos.
Quizá a la titular de la fiscalía nadie le informó que el primero de diciembre del 2018, al rendir protesta como gobernador, Cuitláhuac García hizo compromisos muy claros:
“Nuestro gobierno acepta y reconoce que a las víctimas no se les ha hecho justicia y que lo más importante y urgente es brindar a las personas justicia, verdad y reparación, y en este contexto localizar a todas las personas desaparecidas”.
La servidora pública admitió también que, a pesar de las dos alertas de género que se le han aplicado a la entidad veracruzana, la incidencia de feminicidios en Veracruz sigue por arriba de la media nacional.
Quizá nadie le avisó que en enero del 2019 Cuitláhuac García presentó la estrategia integral “Cero Tolerancia a la Violencia contra las Mujeres y las Niñas”.
Así, una a una todas sus baladronadas terminan por ser desmentidas por la realidad. Dijo que no pactaba con grupos criminales, y ahora admite que sabía de la vinculación de un “obradorista” con bandas criminales y hasta se tomó fotografías con él.
Prometió que en su administración no habría presos políticos, y ha quedado demostrado en múltiples ocasiones (José Manuel del Río, Rogelio Franco y Tito Delfín, por sólo mencionar algunos casos) que se imponen los intereses políticos al compromiso de hacer justicia.
Habla siempre de “respeto a la división de Poderes y a la autonomía de los órganos públicos, pero tiene jueces de consigna, asume el papel de vocero de la Fiscalía y presiona mediante la restricción de recursos, a aquellos entes que se atreven a contrariarlo.
No… este gobierno no es como los de antes.
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Epílogo.
Fue la última intervención que permitió el presidente López Obrador. Quizá porque ya se había alargado mucho la conferencia de prensa, o porque el cuestionamiento le resultó incómodo. *** “Hoy se cumplen ocho años de que encontraron el cuerpo de Moisés Sánchez -periodista, mi padre- del cual hicimos una edición especial justamente por la impunidad que hay en el caso. Hace dos meses más o menos vino un periodista precisamente a preguntarle sobre la impunidad y usted contestaba de que ya no hay impunidad, pero varios familiares de periodistas que han sido asesinados, entre ellos, de Milo Vela, de Víctor Báez, de Gregorio Martínez, de todos ellos, pues nos hemos tenido que reunir, formar lo que es la Red en Memoria y Lucha de Periodistas que han sido asesinados, porque no vemos que haya una respuesta del gobierno tanto estatal como federal, ya que algunos de los casos están en la fiscalía local o en la fiscalía federal, como en el caso de mi padre que está en las dos. Y van ocho años, van 10 años, 11 años y no vemos que haya una respuesta o una intención de que haya justicia”. *** Y el periodista fue más allá: “A nosotros no nos importa si está gobernando el rojo, el azul, el color que sea; nosotros hemos levantado la voz en cada administración. Han pasado ya tres gobernadores, en el caso de Veracruz, de diferente partido todos, y en este caso en la Presidencia dos con usted, y sí nos gustaría saber cuánto tiempo tenemos que esperar los familiares de periodistas que han sido asesinados para que se haga justicia”. *** Al presidente se le borró la sonrisa: “Mira, la justicia tiene que darse aquí, no va a haber justicia en otras partes, tenemos nosotros que garantizar que haya justicia. – ¿Y va a haber? – Sí, sí, y va a haber justicia siempre. Y la justicia puede tardar, pero llega cuando hay voluntad. Y cuando yo hablo de que no hay impunidad, es porque no permitimos la impunidad de nadie, pero corresponde a -en este caso- la fiscalía. Y nosotros también ayudamos y lo vamos a seguir haciendo”. *** Y la conferencia terminó.
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