Que no nos quepa la menor duda que la consentida del presidente para la sucesión del poder en el 2024, es Claudia Sheibaum. El haber llevado la conferencia mañanera hasta las puertas de su oficina es una muestra de que el ejecutivo federal busca cualquier pretexto para darle oxígeno y proyección.
Sobre todo que los informes de las últimas encuestas, muestran un claro descenso en su popularidad y un peligroso avance del canciller Marcelo Ebrard.
Sin embargo, en estos intentos desesperados, coloca a la mandamás de la Ciudad de Mèxico, en una situación muy incómoda, donde los mexicanos la ven como una marioneta de teatro guiñol y no como una funcionaria independiente que pueda tomar sus propias decisiones y lo más importante, que pueda resolver los problemas. Pues a ver si esta estrategia paternalista, no le resulta contraproducente a la jefa de la Ciudad de México.
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