*Cuitláhuac no pedirá disculpas a deudos de policías de UG
Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / YA ES un clamor popular la pregunta: ¿y dónde está el flamante, robusto y siempre sonriente Secretario de Seguridad Pública del Estado, Cuauhtémoc Zúñiga Bonilla ahora que, nuevamente, Veracruz se tiñe de sangre con tres policías levantados y asesinados en lo que va del año, y un rosario de ejecutados que ya rebasa los 40 en menos de quince días?. Nadie sabe que esta pasando, porque el vocero de todo el Gobierno del Estado es el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez cuyo discurso desgastado suena a burla, sobre todo cuando dice que los delitos en Veracruz van a la baja pese a los recientes hechos violentos desde el último día de 2022 y los subsecuentes. Peor aún, cuando asume que no acudirá a la disculpa pública que el Estado debe ofrecer a las familias de policías municipales de Úrsulo Galván que fueron desaparecidos hace 10 años. “Estamos en comunicación con ellos, desafortunadamente me tocó atender otra agenda, pero se puso en contacto gente de la oficina y vamos a estar apoyando con lo que se necesite”. En pocas palabras, al mandatario Estatal le importa un sorbete la suerte de sus uniformados y sus familias, y solo falta que a los levantados, desaparecidos y, posteriormente encontrados ejecutados, tambien los criminalice aduciendo que estaban ligados a la delincuencia, más aun cuando sabe que ya no podrán defenderse, porque el hombre que representa al Estado de Veracruz pareciere tener patente de corso para maldecir, desdeñar, ignorar y hasta inculpar a gente muerta, solo para evitarle la fatiga a la Fiscal General del Estado cuyo obligación es investigar. Dice Cuitláhuac que es la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) quien tiene que llevar a cabo esta disculpa y que se mantiene en “comunicación con los colectivos”. Y es que según el mandatario –por obra y gracia del arrastre de Andrés Manuel López Obrador en el 2018-, la disculpa pública forma parte de las recomendaciones hechas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) por ese caso bajo el expediente 24VG/2019, y si bien la cita estaba pactada para este lunes la Dirección de Cultura de Paz y Derechos Humanos informó que por sus actividades se posponía la fecha para la realización de ese acto.
PERO, LA pregunta sigue en el aire: ¿y dónde está el Secretario de Seguridad Pública del Estado? ¿Qué hace? ¿A que se dedica? Porque Veracruz desde 24 horas antes de que iniciara este año estaba convertido en un polvorín con muertos por todas partes, y así continúa, mientras que del antiguo subsecretario de Operaciones de la misma SSP en tiempos de Hugo Gutiérrez Maldonado nada se sabe, aunque se entiende que las cosas marchen mal, si el hombre que se encargaba entonces de todo lo operativo con el titular pasado, simple y llanamente no daba resultados, y ahora que ocupa el puesto principal no tendría por qué ser la excepción. En todo caso, quien se equivocó al nombrarlo fue el Gobernador a sabiendas que Seguridad Pública desde entonces no operaba con quien ahora es el Secretario del ramo, como no sigue funcionando ahora.
Y SI los hechos contra elementos policiacos arrancaron violentos, que se puede esperar contra una sociedad desprotegida. Apenas al iniciar el año fue encontrado el cuerpo descuartizado José Luis Q . L., comandante de la Policía Municipal de Espinal, tras ser reportado como desaparecido, aunque días antes de ser dejado su cadáver destazado circuló en la red un interrogatorio al jefe policiacos en el que culpaba a muchas personas de la zona de estar ligadas a grupos delincuenciales, incluidas autoridades municipales. El día primero de este mes apareció una manta en el sitio conocido como El Mirador, municipio de Espinal, y junto a la lona el cuerpo desmembrado del comandante Quinto, como era conocido. Tenía 31 años y era originario de Xalapa, e insistimos; el ahora occiso apareció en un video siendo interrogado por desconocidos sobre sus actividades.
ESTE MARTES, mientras tanto, pese a los operativos que apenas el pasado fin de semana anunció el gobernador Cuitláhuac García Jiménez en Córdoba, una hora después de la agresión a balazos registrada en la avenida 15, calle 14 de la colonia Federal de la ciudad de los cafetos, donde un policía resultó herido de bala y los agresores se llevaron a dos policías más, un hombre y una mujer, ambos fueron encontrados sin vida. Y es que los elementos policiacos que presuntamente son los responsables de custodiar la casa de la encargada de despacho del Instituto Veracruzano de la Mujer, María del Rocío Villafuerte Martínez fueron atacados a balazos por sujetos armados cuando se encontraban en un taller, donde uno fue herido de bala y dos más, un hombre y una mujer, fueron “levantados”. Más tarde, alrededor de las 12:00 horas se reportaron balazos en la colonia Luz Palotal, y cuando elementos policiacos acudieron al sitio se percataron que los policías levantados habían sido ejecutados. Ambos estaban en el camino real que conduce a la citada comunidad.
Y ESO es contra elementos policiacos, porque en Coatepec van tres días seguidos que bajo el llamado Puente del Diablo son encontrados restos humanos, como si los autores de esos acontecimientos se burlaran de las autoridades. En la misma zona apenas el martes y el domingo se dio el reporte del hallazgo de cuerpos embolsados en el mismo sitio, y después de tres hallazgos, por fin se impuso vigilancia en la zona porque, insistimos, pareciera que alguien busca burlarse de las autoridades que no dan una, solo discursos bofos y sin sentido que en nada resuelven el problema de la grave inseguridad que campea de nuevo en el Estado. Y mientras eso sucedía en Córdoba y Coatepec, en el sur del Estado, concretamente en Acayucan, un taxista fue asesinado de al menos 12 balazos a un costado de la carretera Costera del Golfo, a la altura de la entrada al Instituto Tecnológico Superior, detrás de un parador de autobuses. El occiso fue identificado como Víctor Hugo Guzmán Cruz, tenía 43 años de edad y era vecino de la colonia Miguel Alemán de la ciudad de Acayucan, de oficio operador de tráiler y en últimas fechas conducía una unidad del transporte público en la modalidad de taxis, siendo ampliamente conocido como el “Gansito”.
EN FIN, los últimos casos son solo para ilustrar la violencia que se vive de nuevo en el Estado, aunque a decir verdad, esta nunca se ha ido, mientras los gobernados siguen preguntando donde está el Secretario de Seguridad Pública, que por menos de los acontecimientos que se han vivido desde el último día del año a la fecha, ya es para que los sumisos diputados de oposición e, incluso, de MoReNa, hubieran pedido su comparecencia, o como bien dijera el empresario Alejandro Martí hace más de una década: si no pueden, que se vayan. OPINA [email protected]
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