Pues algo similar la pasa al presidente López Obrador, el muy cretino se rasga sus vestiduras criticando y afirmando que “existe aún la mala costumbre de la compra del voto”, por tal motivo llamó a la población a combatir ese delito con denuncias rumbo a las elecciones del 4 de junio del presente año en el estado de México y Coahuila.
Lo que el presidente no reconoce es que con sus programas sociales de Bienestar y de jóvenes construyendo el futuro, su gobierno tiene comprada la voluntad y el agradecimiento de más de 14 millones de personas de la tercera edad y de más de 9 millones de jóvenes en todo el país. Una plataforma comprada con dinero de los contribuyentes. De modo que el ejecutivo federal, hipócritamente no se traga el mosquito, pero se traga todo un camello completo.