En un hospital de Barranquilla, Colombia, recibieron a un paciente que presentaba un extraño síntoma que hacía que su cuerpo se moviera como si estuviera en un trance diabólico. El sujeto hablaba de manera que nadie lograba entenderlo. Sus movimientos eran violentos; casi incontrolables, relataron. Al hombre lo llevaron sus propios familiares, quienes contaron a los doctores que de pronto, al estar ingiriendo bebidas alcohólicas, el sujeto comenzó a contorsionarse por el suelo como si se le hubiera metido un demonio.
El paciente tuvo que ser sujetado por varios enfermeros del lugar para poder trasladarlo a la sala de urgencias. Si bien al principio señalaron que estaba poseído por algún espíritu maligno la realidad es que el hombre posiblemente sufría una convulsión etílica causada por los niveles extremos de alcohol que tenía en la sangre.
Al respecto, los doctores dijeron que en cuestión de horas darían un informe detallado sobre las causas del estado del paciente. Los familiares, espantados, esperan a que los médicos den un diagnóstico en donde la estabilidad del paciente sea lo primordial. Lo más seguro es que al día siguiente el tipo se despierte con una espantosa cruda.
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