Lo cierto es que, seguramente asesorada por un grupo de abogados, la supuesta víctima tenía que levantar una denuncia para que se mandara un mensaje, de que ella es una blanca palomita, y que ni en sueños e atrevería a plagiar una tesis.
“Mi tesis de licenciatura es original“, dice la ministra y hace extensa su defensa a su directora de tesis, la maestra Martha Rodríguez Ortiz, quien ya también se cuestiona su trabajo profesional. Incluso en su desesperada defensa, Yasmín Esquivel destaca que recibió un reconocimiento especial en su examen profesional. Sin embargo, algo que llama la atención, es que Esquivel Mossa lamentó, que ninguno de los académicos ni ella fueran contactados, por periodistas para cotejar informaciones. Lo que no sabe la ministra Esquivel, es que el periodismo crítico, no depende de la aprobación de los aludidos.