Quienes han tenido que abordar un vuelo en el Aeropuerto Internacional de Cancún, saben que tienen que tomar en cuenta los problemas de tráfico que ocasionan las obras en el boulevard Kukulkán y Luis Donaldo Colosio. Algunos hasta salen horas antes para llegar a tiempo. Sin embargo, en los últimos días, ni siquiera eso ha sido suficiente. El día de ayer se reportó que el tráfico y los bloqueos por obras causaron que miles de turistas, nacionales e internacionales perdieran su vuelo. Algunos se tuvieron que bajar sobre la carretera para llegar caminando a los andenes y así no perder el vuelo.
Esto ya se ha vuelto demasiado cotidiano. La gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama, sólo alcanza a disculparse, como si eso fuera suficiente. En la conferencia mañanera del presidente la gobernadora dijo: «Se también que hoy causan molestia. Toda obra de gran calado, de gran magnitud, causa molestia y de antemano gracias por su paciencia. Son obras hacia una modernización».
Pero no es suficiente. Se debe de implementar un operativo para que los trabajadores de manera arbitraria no cierren los pasos de desahogo, deben buscar vías alternas, deben poner a personal de tránsito para que de manera eficiente dirija el tráfico y fluya constantemente. Habría que decirle a Mara Lezama que pedir disculpas es fácil, pero ser eficiente, es más difícil.
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