Plagiar es robar, robar la propiedad intelectual, el trabajo académico de una persona que ocupó meses, quizá años para realizar un trabajo publicable. Pues eso fue lo que llevó a cabo la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la Lic. Yasmín Esquivel Mossa, íntima de López Obrador, esposa de José María Riobóo, uno de los contratistas preferidos del presidente López Obrador desde que era jefe de gobierno de la capital. Yasmín Esquivel, de acuerdo con las pruebas presentadas en el portal Latinus, plagió completamente la tesis con la que consiguió su título de abogada.
El plagio fue al Lic. Edgar Ulises Báez Gutiérrez, quien presentó en 1986 su tesis con el título «Inoperancia de los sindicatos en los trabajadores de confianza del Artículo 123 Apartado A es plagio de una tesis previa, la titulada Inoperancia del sindicato de los trabajadores de confianza del Artículo 123 Constitucional Apartado ‘A’». Pues con el mismo título y el mismo contenido, Yasmín Esquivel, esposa de Rioboó se tituló como licenciada de la UNAM en 1987. Pero todavía más.
Señala Latinus: «La tesis plagiada es a tal grado multiplicante que no queda sino suponer que la directora de tesis Rodríguez Ortiz y la pasante Esquivel Mossa obraron de común acuerdo en la elaboración del fraude. Eso quiere decir que no sólo fue un plagio, sino un acto de corrupción, ese “cáncer” contra el que es necesario ser “implacables”, como exige la pasante Yasmín Esquivel Mossa desde la silla que ocupa en la Suprema Corte de Justicia».
Ante semejante evidencia, pues las dos tesis se encuentran en los archivos de la UNAM, debería quedar invalidada no sólo la licenciatura de Yasmín Esquivel Mossa, sino su lugar en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Claro, mañana el presidente dirá que sólo se trata de ataques de los conservadores en contra de su gobierno.
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