Cabe señalar que la menor había sido ingresada en dicho albergue desde el mes de junio del presente año en donde recibiría tratamiento psiquiátrico debido a un problema de nacimiento. Sin embargo, el personal encargado le roció alcohol en el cuerpo y después le dieron choques eléctricos lo que generó que su vestimenta se incendiara ocasionándole severos daños físicos.
En aquella ocasión, la madre puso la denuncia ante las autoridades. La madre relató a la policía que los encargados del albergue le practicaron choques eléctricos con la excusa de que la querían tranquilizar debido a un ataque epiléptico, pero todo era una mentira, pues la intención era causarle daño. Cuando las autoridades se trasladaron al lugar no encontraron más que algunas camas vacías. Desde el mes de julio la policía investigaba el caso y continua en busca de los responsables.
