Sergio González Levet / Los “estrategas comunicólogos” que padece el equipo cuitlahuista no pueden dejar de mostrar el pobre nivel que tienen, similar al del mísero currículum de quien aparece como su coordinador.
Pareciera que no conocen otra forma de respuesta que la mentira más evidente, e insisten en querer borrar la realidad a base de afirmaciones tan tajantes como falsas.
En la Mañanera que hubo en el Puerto el pasado viernes, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio una respuesta al reportero Pablo Jair García que heló las esperanzas de quienes, desde el Palacio de Gobierno, empujan la aspiración de la secretaria de Energía Rocío Nahle.
Como no saben mucho de esto, no se esperaban el bajón que le dio AMLO a su gallina, de quien dijo que ella no viene a Veracruz porque está ocupada en terminar de construir la refinería de Dos Bocas. Más claro ni el agua.
Pero a la falta de experiencia, quienes detentan el poder gubernamental en el estado aúnan un empecinamiento digno de mejores causas. Y por eso se han dedicado a tratar de confundir a los ciudadanos para que piensen que el Presidente dijo lo que no dijo, y no dijo lo que sí dijo.
La última exquisitez de los “asesores” fue emitir un boletín desde una cuenta anónima (de ésas que nadie sabe que son escritas desde oficinas de gobierno -para que entiendan los del Conalep, es un sarcasmo-) en la que aseguran verdaderas perlas dignas de la mayor estulticia.
“De acuerdo a los estatutos de Morena, la selección de candidatos y candidatas a los diversos puestos de elección popular se realizan mediante encuesta, a fin de garantizar que los aspirantes tengan el respaldo verdadero del pueblo, dónde” (sic) “hasta el momento destaca y puntea en todas las realizadas la figura de la Secretaria de Energía, Rocío Nahle García.”
Con su peculiar prosa, espesa y municipal, dice la fake que al Presidente “se le cuestionó sobre los aspirantes a la presidencia de la República y a la gubernatura de Veracruz, dando” (sic) “el respaldo a qué” (sic otra vez) “cualquiera puede ser aspirante, siempre y cuando no desatienda su cargo actual.” Jeje.
Y esta obra maestra de la genialidad:
“Las principales casas encuestadoras, las serias, no las que endulzan oídos a quienes no tienen oportunidad,” (¡ole!) “ubican a Rocío Nahle al frente de las preferencias ciudadanas a lo largo y ancho del estado y ante cualquier posible escenario electoral”.
Ah, pero no se quedan ahí, e insisten en seguirle pegando al aliado del Secretario de Gobernación: “ni toda la oposición junta le podrá dar alcance,” [a Rocío, se entiende] “las cosas cambian, cuando en lugar de la Secretaria de Energía, aparece otro nombre, ahí si” (sicsísimo por la falta de acento) “el margen de competencia es otro frente a la oposición.”
Y cierran apoteóticamente con esto:
“Los veracruzanos han dicho que es [Rocío Nahle] a quien más conocen y en su momento respaldarían en sus aspiraciones a la gubernatura.”
Lo cierto, lo real que revelan las casas encuestadoras serias, no las compradas y cuchareadas en Veracruz, es que la ingeniera Nahle nomás no ha pegado entre la raza jarocha, y poca gente la conoce o muestra simpatía hacia ella. Y menos cuando lo único que alcanzan a hacer es organizarle infumables “conferencias magistrales” en las que termina por aburrir a los movilizados (antes del Peje se llamaban “acarreados”) que le llevan.
Con esas muestras de la impericia de sus sostenedores en la entidad, la Secretaria sólo alcanzará a decir: “¡No me ayuden, compadres!”
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