Cuando decimos que Ricardo Monreal es una chucha cuerera, los conocedores de los refranes y dichos que usaban los abuelos, saben que éste no es un insulto, sino todo lo contrario. Originalmente una chucha cuerera era una zorra, chucha porque es un cánido y cuerera porque con su piel se hacían prendas de vestir. Dado que los zorros son muy astutos, chucha cuerera se aplicó a cualquier persona hábil, conocedora, en otras palabras, es una persona que «se las sabe de todas todas».
Resulta que el delegado de Bienestar, Abraham Mendoza, a quien se le identifica con Claudia Sheinbaum, se presentó con un grupo de personas al informe del senador Nabor Rojas, para boicotear la participación del coordinador de la bancada de Morena en el Senado.
Sin embargo, el delegado de Bienestar no contaba que, mientras el apenas estaba ordeñando la vaca, el zacatecano, ya había vendido los quesos, y quedó mal con la mandamás de la Ciudad de México. En el evento, se vio al senador Ricardo Monreal sereno y calmado ante algunos abucheos, les dijo en su cara que sabía del intento de sabotaje, pero lo mejor es que supo manejar muy bien a los rijosos y simpatizantes de las “corcholatas oficiales”, y salió bien librado de la emboscada.
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