Poco a poco el crimen organizado ha respondido a la política de “abrazos, no balazos”. El gobierno de López Obrador les manda abrazos a los delincuentes, ¿cómo responden ellos? En Puebla la respuesta fueron narco mantas colocadas en lugares estratégicos donde se puede leer: «Ciudadanos Puebla ya tiene dueño y es el señor Mencho, llegamos a limpiarlos de lacras, que roban extorsionan y secuestran. Para que tengan tranquilidad la gente decente. No somos corrientes solo venimos a trabajar y a limpiar de lacras que atentan contra la ciudadanía. Atte Gopes el señor de la talla».
Las narcomantas fueron colocadas en el puente de San Francisco Acatepec, el puente de Forjadores y en Xonacatepec. Vale mencionar que Puebla es uno de los muchos estados gobernados por Morena.
Lo mismo que Sinaloa, Sonora, Zacatecas, Tamaulipas y Baja California, donde los diferentes cárteles de la delincuencia organizada pelea una cruenta batalla buscando apoderarse de los territorios. Puebla es gobernada por Miguel Barbosa de extracción morenista. La capital Puebla es administrada por Eduardo Rivera Pérez, alcalde de extracción panista.
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