Y la zacatecana seguramente lloró su desgracia; la candidatura a la gubernatura de Veracruz cada día está más lejos de su mano

Rocío Nahle García FOTO: WEB

En el 1520, dicen los historiadores que Hernán Cortez lloró su derrota ante los mexicas. Rocío Nahle, la zacatecana, lloró la suya después de escuchar el descarte para la gubernatura en el estado de Veracruz que hizo el presidente López Obrador, al decirle a los medios jarochos que la prioridad de Rocío Nahle es terminar el proyecto de la refinería de Dos Bocas. Por cierto, en ese momento se dirigió al gobernador Cuitláhuac García y le preguntó si la encargada de la Sener andaba caminando por el estado. El gobernador hizo mutis.

Con este descarte crece la figura de Zenyazen Escobar y de Sergio Gutiérrez Luna, la de Eric Cisneros como la de Javier Gómez Cazarín se caerán solas, ya que tienen suficiente cola que les pisen. Lo cierto es que los veracruzanos saben que el gobernador Cuitláhuac García está quemando sus naves por Rocío Nahle.

No obstante, se puede notar que la indiferencia del presidente hacia la encargada de la Sener, le llega hasta las plantas de los pies al Ejecutivo local. De modo que, hay que ver cuánto le dura el enojo al presidente, con eso de que la refinería no refina ni un litro de gasolina y que cada vez que Tláloc aparece, la joya de la corona de la 4T se asemeja más a los canales de Xochimilco.

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