Pero ahora, el muy sinvergüenza, vuelve a las andadas. Señala el periodista Carlos Jesús Rodríguez, director de Gobernantes.com: “Guillermo Trujillo Álvarez que en un afán de ser llamado por el aludido (Ricardo Ahued), como era costumbre, se atrevió a acusar al gobierno Municipal de beneficiar a ciertas empresas con contratos de obra e, incluso, fue más allá al señalar que la familia del alcalde y amigos se estaban viendo, supuestamente, beneficiados con contratos de obras que ejecuta su administración en la ciudad, por lo que, ante dicha declaración, el presidente municipal, declaró que Trujillo Álvarez tendrá que demostrar con hechos sus aseveraciones o en caso contrario asumir las consecuencias, esto es, enfrentar una denuncia penal por acusar sin pruebas”.
Bien haría el alcalde en denunciar a este extorsionador que pone en vergüenza a los evangélicos de Veracruz, pues al llamarse su líder, los desprestigia, ya que mucha gente piensa que los evangélicos son como él, un sujeto que no tiene llenadera.