La gente de Rocío Nahle en Veracruz colocó en las carreteras de Veracruz la foto de la zacatecana a la que le agradecían que hubiera construido Dos Bocas: “Gracias Rocío Nahle por la refinería de Dos Bocas”. Pero Dos Bocas no ha sido terminada, y no sólo eso, la obra faraónica de López Obrador está costando más de dos veces su costo proyectado. Quizá por ello, porque no ha cumplido con la refinería de Dos Bocas, a la pregunta de si Rocío Nahle sería la candidata de Morena para el gobierno de Veracruz, el presidente López Obrador dijo: “Rocío está terminando la refinería de Dos Bocas. No viene aquí a Veracruz, ¿verdad?”.
Más adelante aclaró, sin aclarar: “Pues todos los que deseen participar lo pueden hacer, tienen derecho, porque yo no voy a nombrar, no voy a designar, no va a haber ‘dedazo’”. Dice la máxima bíblica: “El que tenga oídos, oiga”. Las cuentas de la Nahle han sido malas. Dos Bocas sólo le ha servido a ella para engordar de millones a familiares y amigos, pero al país, Dos Bocas no le ha dado ni un pinche litro de gasolina.