Julen Rementería del Puerto destacó que el pasado 13 de noviembre la sociedad se expresó de forma libre, independiente y contundente, repudiando una reforma tóxica y retrógrada. El mensaje fue claro: Tenemos que defender nuestra libertad y nuestro derecho a decidir, por eso estamos en contra de la reforma electoral que se propone, porque es una reforma tóxica y destructiva, que pretende regresar la organización y calificación de las elecciones al poder público.
Pues como dijeran los abuelos, palo dado ni Dios lo quita, y los morenos tendrán que conformarse con simple remedo de su alevosa reforma electoral, la que por cierto, no soportó los dolores de parto, y feneció antes de nacer.