Armando Ortiz / Los de Morena-Gobierno no sólo son puercos, son también demasiado obvios. Para lograr que el país se militarice obligaron a Alejandro Moreno a que su partido presentara una iniciativa de reforma que permitiera que el Ejército Mexicano siguiera en las calles hasta el 2028. Para ello le echaron a la perrada completa. Primero Layda Sansores, gobernadora de Campeche y su “Martes de jaguar”. Después le echaron a la misma Fiscalía General de la República, contra él y contra su madre. Al final los diputados de Morena le iniciaron un proceso de desafuero. Pero Alito se dobló y no hubo ya necesidad de desaforarlo. Sin embargo, ante la necesidad de votos priistas para aprobar la reforma electoral del presidente López Obrador, los diputados de Morena reactivan el proceso de desafuero en contra del presidente nacional del PRI. El 15 de diciembre iniciará el desahogo de pruebas. Ignacio Mier, presidente de la Junta de Coordinación Política en la Cámara de Diputados declaró al respecto: “Es un proceso que toma tiempo, y uno de los tiempos de la etapa del proceso es que a más tardar el 15 de diciembre, las y los integrantes de la Sección Instructora, deberán de pasar al próximo proceso para desahogo de pruebas”. Lo dicho, esos de Morena además de puercos, obvios. Vamos a ver si Alejandro Moreno aguanta, vamos a ver si con tanta presión no se vuelve a bajar los pantalones y le da los votos del PRI al presidente para que se apruebe su reforma electoral.
Esto pasa en el mejor aeropuerto del mundo. Vuelo 1025 de Volaris no pudo aterrizar en las pistas del AIFA porque había perros corriendo en la pista
¡Antes no había un tianguis de tlacoyos en la pista! López Obrador sin ningún pudor lo sigue afirmando, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles es el mejor aeropuerto del mundo, mundial, universal, intergaláctico. Lo dice porque ese aeropuerto lo construyó el gobierno de la Cuarta Transformación. A pesar de ser el mejor aeropuerto del mundo, tiene pocos vuelos, tiene pocos pasajeros, pero eso sí, tiene muchos perros callejeros. Un pasajero grabó el aterrizaje del vuelo 1025 de Volaris en el que viajaba. En redes sociales publicó el video con este mensaje: “Vengo aterrizando en el AIFA @aifaaero, y tuvimos q hacer un GO-AROUND / o volver al aire porque la torre de control le informo a los pilotos que había perros en la pista. @viajaVolaris, este es el nivel de seguridad que los viajeros tienen en el AIFA @CapLaloVargas @lopezdoriga”. Por supuesto, las autoridades del AIFA no han reconocido ni reconocerán que haya perros en la pista impidiendo el aterrizaje de los aviones. En redes sociales los internautas aprovecharon para burlarse del aeropuerto de López Obrador: “AIFA El vuelo 1025 de Volaris que venía de Oaxaca no pudo aterrizar porque había perros en la pista!!! Unos días tienen tianguis y otros días perros deambulando por las pistas, y el peje se atreve a asegurar que es el mejor aeropuerto de América Latina!!!”; “Ya hay más perros que pasajeros en el AIFA”; “Llegan más perros a las pistas del AIFA que aviones jajajaja”. Por eso al AIFA le dicen el CHAIFA, por chafa.
Mientras los seleccionados de otras naciones jugaban futbol, los mexicanos posaban para GQ. Ver el futbol como “bisnes” es lo que le ha dado en la madre
¿Por qué ansían tantos jugadores del futbol mexicano llegar a ser seleccionados para un Mundial? ¿Para ganar partidos y dar a los aficionados el gusto de verlos ganar? ¿Para hacer quedar bien a México y su futbol? ¿Para que el nombre de México sea puesto en alto? No. Muchos jugadores ansían ser seleccionados porque ahí está el “bisnes”. Porque los pueden contratar para anunciar rastrillos, galletas, bebidas energéticas, zapatos deportivos, televisores, compañías de teléfonos y hasta preservativos. El “bisnes” es lo que le ha dado en la madre al futbol mexicano. Señala un artículo publicado en El País: “Desde 2003, la selección tiene un acuerdo con Soccer United Marketing (SUM), el brazo empresarial de la Major League Soccer (la liga de EE UU) y la empresa que tiene los derechos comerciales del equipo de México en Estados Unidos. La cifra reportada es que los dueños del balón reciben dos millones de dólares por partido jugado en suelo estadounidense. No es un mal negocio para la contraparte: SUM calcula una asistencia promedio de 60.000 espectadores durante la última década y las entradas se venden más o menos a 80 dólares. Eso sólo por los ingresos de taquilla”. Y es que mientras las selecciones de Europa se preocupaban por entrenar y jugar partidos con sus similares, en México los seleccionados pasaban para la revista de moda masculina GQ (Gentlemen’s Quarterly). Ahí posando con ropa de diseñador aparece Henry Martin, Edson Álvarez y Memo Ochoa entre otros. Lo repetimos, mientras el futbol en México siga teniendo el signo de pesos, o de dólares, nunca de los nunca ganaremos una Copa del Mundo.
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