Para ello, la bancada morenista tiene los suficientes diputados plurinominales y a los uninominales y a los senadores de la primera minoría. Sin embargo, como dice el dicho, «a río revuelto, ganancia de pescadores».
Los partidos satélites, que como rémoras han ido pegados a Morena, nos referimos al PT y al Verde, quieren sacar raja política, de ahí el retraso de una semana del dictamen, posponiéndolo para el 6 de diciembre. Lo cierto, es que el presidente López Obrador tendrá que conformarse con una minireforma, no tan pretenciosa como la primera.