87 senadores de diferentes partidos, algunos líderes de bancada, han lanzado un pronunciamiento conjunto en el que rechazan los ataques de Layda Sansores en contra de Ricardo Monreal o de cualquier otro senador: «Repudiamos tanto los métodos como los dichos de la gobernadora. Nos parece inaceptable que intervenga y altere comunicaciones privadas y que desde el poder haga uso de ellas para denostar a ciudadanos; que con recursos públicos patrocine una campaña de descalificación en contra de una persona; y que viole un amparo sin ningún escrúpulo con tal de continuar con su empeño de difundir falsedades y agresiones calumniosas, entre otras conductas injustificables e ilegales».
Por supuesto, mientras López Obrador no le ponga un alto directo, Layda seguirá siendo el brazo armado de la Sheinbaum.