Lo decimos y no nos equivocamos, el presidente López Obrador es especialista en abrir frentes de ataque de manera gratuita. Y es que, el amo y señor de la 4T, con la firme intención de cuidar y proteger las transas que se guisan en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), se pasó a traer a la maestra Elba Esther Gordillo, señalando que, en el gobierno de Felipe Calderón, recibió el ISSSTE como pago por su apoyo para ganar la presidencia.
Según el presidente, desde ahí comenzaron las tropelías en esta institución. Lo que el Ejecutivo federal no reconoce es que, es el propio director general Pedro Zenteno quien ha reconocido que hubo irregularidades en la adjudicación directa de un contrato que autorizó Almendra Lorena Ortiz Genis, responsable actual de la contratación de la empresa Imedic que, para variar, enfrenta sanciones por incumplir el contrato de servicios de radiografía, endoscopia y mastografías, así como para resguardar expedientes médicos de más de 13 millones de pacientes del ISSSTE.
Resulta que Lorena Ortiz es especialista en negocios de galletas y desarrollo de negocios familiares. Lo curioso del caso es que, como funcionaria pública, la responsable de compras del ISSSTE reportó ingresos netos por 553 mil 474 pesos al año. No por algo la maestra Gordillo le recomendó al presidente que mejor se ponga a trabajar, con eso que después de sus mañaneras, el presidente se la pasa sin hacer nada.
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