Ahora entendemos por qué Omar Fayad no ha sido promovido a alguna embajada de México en algún país del mundo. Y es que el exgobernador de Hidalgo, quien entregara ese estado a las huestes de Morena y del presidente, tiene una encomienda más que debe cumplir. Omar Fayad quiere ser presidente del PRI nacional para entregar lo que queda de ese partido al presidente López Obrador. Dijo Omar Fayad en una entrevista para Azucena Uresti: «Decidimos registrar una plantilla para ser consejero de mi partido, a ver qué pretexto me ponen. Me voy a meter con todo, porque me voy a convertir en el próximo dirigente del PRI nacional».
Pero no sólo eso. Sin tomar en cuenta que su partido, gracias a él, perdió las elecciones a gobernador en Hidalgo, Omar Fayad se atreve a proponerse como posible candidato del PRI a la presidencia de México. «Y también habré de anotarme como candidato a la presidencia de mi partido… y a la Presidencia de la República, las dos», dijo Omar Fayad con total descaro.
Otro que también quiere ser dirigente del PRI y candidato a la presidencia de México es Alejandro Murat, quien entregó Oaxaca a López Obrador. Tal parece que los traidores, como el hades, no tienen llenadera.
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