El 2 de octubre, en la primera vuelta, Lula da Silva tuvo un 48.4 por ciento, mientras que en esta ocasión obtuvo un 50.83 por ciento, lo que significa que sólo un 2.43 por ciento del electorado se le sumó de la primera a la segunda vuelta. Luiz Inácio Lula da Silva va por su tercer periodo de gobierno ante una nación brasileña completamente dividida.
Los pronósticos señalaban que Lula arrasaría en la segunda vuelta electoral, sin embargo, Bolsonaro, del Partido Liberal, todavía mantiene una gran simpatía entre los electores brasileños. Por supuesto, se espera que Bolsonaro, quien sabe que con Lula en la presidencia corre peligro de perder la libertad, impugne las elecciones, por lo que se espera para Brasil una tremenda batalla legal.