Según el Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias de la Lengua Española, la palabra politiquería, por cierto muy usada por el presidente López Obrador, se define como la práctica política que consiste en tratar de conseguir o mantener el poder mediante licencias, falsas promesas, chantajes y regalos. Esto viene al caso ya que el secretario de Gobernación, quien entró al escenario del Gobierno Federal muy ecuánime y mesurado, y al ser contemplado como “corcholata” presidencial por su paisano, tuvo un cambio muy notorio, dejó la cortesía y pasó a convertirse un fiel mastín de la 4T, usando lo que su jefe condena, la politiquería.
Ahora Adán Augusto López sale con la puntada de que el programa Rápido y Furioso implementado por los Estados Unidos y secundado por el gobierno de Felipe Calderón, sólo logró dotar de armamento a los malandros y que tuvo un costo muy alto de vidas, incluyendo miembros del Ejército mexicano. Por lo que el expresidente Calderón podría ser enjuiciado en el extranjero, como lo hicieron con Pinochet.
«Y pues yo no sé mucho de derecho internacional, pero así como en España juzgaron a Pinochet por su actuar como dictador en Chile, ningún mexicano está exento de que se le castigue por este tipo de delitos en el extranjero, máxime cuando hay investigaciones relacionadas en el extranjero», afirmó un hombre que ha perdido calidad moral como interlocutor y que es capaz de decir disparates con tal de ganarse la venia del presidente. Ni hablar, así se las gasta este personaje.
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