Decían los abuelos que «el pez por la boca muere», haciendo referencia que en ocasiones es mejor guardar prudente silencio, ya que si hablamos de más, podemos tragarnos nuestras propias palabras y quedar en ridículo cuando tengamos que recular. Nos informan que el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, salió muy altanero diciendo que no les tenía miedo a esos señoritos, refiriéndose a los maestros que salieron a las calles a exigir el pago retroactivo de un aumento de salario que no se les ha dado.
Sin embargo, tuvo que recular y tragarse sus palabras, ya que después de meses de ignorar a los maestros de la Sección 51 del sindicato magisterial, finalmente pagará, claro, antes recibió una llamada de atención por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien le dio la instrucción durante un acto público en Ayoxuxtla de buscar recursos para tal efecto y que la Federación le podría la otra mitad.
De modo que el gobernador Miguel Barbosa, por cierto sigue sotanero como uno de los peores gobernadores, no tuvo otra alternativa que tragarse sus palabras ante el magisterio poblano, que por cierto, ya le agarró la medida a un gobernador que no sabe ni dónde está parado.
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