Dos Bocas, inundada, y en Veracruz felicitan a Nahle

Rocío Nahle FOTO: WEB
- en Opinión

Arturo Reyes Isidoro / “La construcción de la refinería Dos Bocas está a punto de concluirse. ¿No qué no tronabas, pistolita? Estamos a unas horas de iniciar la etapa de pruebas”, publicó en las redes sociales el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, en la víspera de que el presidente Andrés Manuel López Obrador inaugurara la obra el pasado 1 de julio.

Pero no paró ahí. En esa fecha aparecieron espectaculares en carreteras del estado con la leyenda: “Gracias Rocío por hacer realidad la refinería Dos Bocas uno de los grandes proyectos de la 4T”.

Ante las críticas que desató esta propaganda para tratar de posicionar ante los veracruzanos a la zacatecana, el gobernador salió a justificarla y a defenderla.

“Es un hecho relevante que tiene que ver con la cuarta transformación. Se tiene que informar a la población de que se está cumpliendo, es una de las obras más importantes de la cuarta transformación que propusimos al pueblo de México y ahora sí se pudo hacer, porque decían las voces de los adversarios que no se iba a poder”.

En su afán de promover a su candidata a sucederlo, el gobernador se precipitó o no hubo asesor o consejero o colaborador o almohada que le aconsejaran prudencia, que no festejara por anticipado, que esperara a que saliera el primer chorro o, aunque fuera, un chis de gasolina para, entonces sí, lanzar los globos al aire.

Ya casi cuatro meses después, aunque inaugurada, la refinería no ha sido concluida, no hay para cuándo va a refinar el primer litro de gasolina, su costo ya casi se triplicó (originalmente se dijo que costaría 8 mil millones de dólares, ahora la cifra ya anda en 20 mil millones) y para colmo, donde se ha construido lo que se lleva, se inunda.

Ayer El Economista, un medio con mucha solvencia en el mundo empresarial y de finanzas, se ocupó de la inundación ocurrida esta semana. Recogió la declaración de la propia presidenta municipal de Paraíso, Tabasco, Ana Castellanos, quien confirmó que 80 por ciento del municipio estaba bajo el agua, incluidas las instalaciones petroleras.

El medio dijo que el hecho generó una serie de críticas y reclamos en las redes sociales a la zacatecana, quien, no obstante la evidencia, el miércoles festinó con un video en Twitter que había pasado el huracán Karl por la costa tabasqueña y “sirvió para probar el sistema pluvial” de la obra, ante lo que los cibernautas subieron a las redes muchos videos donde se ven las instalaciones totalmente inundadas.

Sin embargo, la alcaldesa Castellanos declaró que “la refinería sí está en el agua”.

El reportero de El Economista, Diego Badillo, publicó que:: “De acuerdo con especialistas consultados por este periódico, las inundaciones en la refinería se deben a que no se realizaron las obras de ingeniería para elevar el terreno, al menos cinco metros, para evitar la entrada del agua del río que pasa por la zona y que recoge los escurrimientos que vienen desde Chiapas y buscan salida al mar, pero justo en el área donde está construida la refinería, choca con las aguas del mar que ingresan al terreno por el mismo cause, generando inundaciones”.

Pese a todas las evidencias que desmienten a la zacatecana, el gobierno de Veracruz, sus responsables, que se debieran morir de vergüenza, no han mandado a bajar los espectaculares que mandaron a colocar y que además les costaron a los veracruzanos, y además insisten en enjaretársela como próxima gobernadora.

Si policías delinquen contra policías, ¿qué se puede esperar un civil?

Desde el gobierno festinaron, como pocas veces, la aprehensión de policías de la Secretaría de Seguridad Pública, incluyendo un alto mando, por la desaparición y posible homicidio de un compañero suyo que tenía cargo de comandante. En los cuatro años que van de la administración habían protegido a otros malos elementos pese a denuncias y evidencias presentadas.

Actuaron ahora, de acuerdo a una versión publicada por el columnista Filiberto Vargas Rodríguez, con muy buenas fuentes en el altiplano, porque conminaron al gobernador: o actuaba por fin contra malos elementos o le pedía la renuncia al secretario de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado. Solo así.

Fili no dio más información. Quiero suponer que “inteligencia” de las Fuerzas Armadas presentó información con evidencias del presunto involucramiento de los hoy detenidos en la desaparición de su compañero, luego de que la madre y familiares del comandante protestaron afuera del Palacio Nacional pidiendo que se investigara el paradero de su ser querido.

Fue grave que la presión para actuar viniera del gobierno federal, seguramente porque vieron que pasaba el tiempo y en Veracruz se protegía a los presuntos responsables. La pregunta es cómo es posible que adentro de la SSP no supieran la clase de elementos tenían, además porque los actuales titulares los contrataron cuando llegaron.

El señalamiento y la detención que ocurrió es porque presuntamente desaparecieron a un compañero de ellos, y la pregunta sería por qué, pero yendo más a fondo, lo ocurrido o lo que se sabe es como para ponerle de punta los pelos a cualquiera: ¿qué se puede esperar un civil, un ciudadano común, si los mismos policías delinquen contra sus propios compañeros?

En el IVEC, buen cabildeo

En “Prosa aprisa” del 10 de octubre, con el subtítulo “Teléfonos de utilería”, publiqué que había intentado comunicarme con alguien del Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC), lo mismo en Xalapa que en Veracruz, que había marcado a dos números telefónicos que anuncian en su página Web, pero que no solo no me había respondido nadie, sino que una grabación decía que esos números no existían.

Tuve respuesta en su momento y quiero consignarlo antes de que pase más tiempo. Tomaron nota, lo confirmaron, investigaron qué había pasado, sucedió que por una transmisión en vivo con una televisora de la Ciudad de México los encargados del área técnica por un descuido habían desconectado el sistema, pero luego, enseguida corrigieron el problema.

Esa versión se me dio y la creo, pero, aun así, si no hubiera sido cierto, lo importante, para mí, que estuve 30 años manejando áreas de prensa oficial, es que la directora general del IVEC, Silvia Alejandre Prado, dispuso que se me diera una explicación y para ello recurrió a quien es todo un cabildero profesional, compañero además de origen reportero cultural, hoy Jefe del Departamento de Difusión, Enrique Ledesma Prieto.

Me gustó la forma en que actuaron, con respeto y atención, no alérgicos a la crítica, al contrario, receptivos a ella, como se deben de hacer las cosas, en forma profesional. Aprovechando mi estancia temporal en el puerto, Enrique ha hablado conmigo y he comprobado que es un buen cabildero y seguramente un muy buen colaborador de la maestra Alejandre Prado.

Por lo demás, como he venido comentando aquí, aun sin haber tratado nunca a la directora general, están haciendo muy buen trabajo en el área cultural, que viste al gobierno de Cuitláhuac García Jiménez, lo que se refleja en el cúmulo de actividades que programan y realizan, tanto (guardando toda proporción, claro está) como en el área del Ayuntamiento de Xalapa con Karla M. Rocher al frente o en las diversas áreas de la Universidad Veracruzana, de lo que debemos felicitarnos.

De última hora

Anoche, cuando ya se había cerrado esta columna, en forma imprevista el gobernador Cuitláhuac García Jiménez dio a conocer que Hugo Gutiérrez Maldonado había renunciado al cargo de secretario de Seguridad Pública, e informó que en su lugar, de manera provisional, lo sustituirá el capitán Cuauhtémoc Zúñiga Bonilla y como subsecretario de Operaciones quedará el capitán Rafael Ángel González Uscanga.

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